*Fuente: «Historia del Palacio de la Isla de Burgos (1883-12010)» de Isaac Rilova Pérez

 

El Palacio de la Isla, residencia estival de la familia Muguiro

En 1833, Burgos había alcanzado la categoría de capital provincial, merced a la división provincial que llevó a cabo el  ministro de Fomento, Javier de Burgos. En ese periodo es cuando se construye el Palacio de la Diputación Provincial y se adjudica a Burgos una Audiencia Territorial.

Plano de Burgos a comienzos del siglo XX (Colecc. Carlos Sainz Varona)

En el plano militar, se creó en Burgos en 1837 una Comandancia General, que años más tarde se convertiría en la Capitanía General y cuyo alto mando quedó instalado en la Casa del Cordón en 1846. Como consecuencia, llegó a Burgos un elevado número de funcionarios civiles y militares. El nuevo ferrocarril y la incipiente industrialización fueron factores que favorecieron la llegada de peones, jornaleros y criados que contribuyeron a incrementar de forma considerable la población de la ciudad.

En esa época destaca también el derribo de la muralla inmediata a la puerta de Santa María, que daría origen a la calle de la Isla, llamada así porque quedaba entre el río Arlanzón y el cauce de un molino, cubierto en la actualidad.

El tradicional frío de Burgos durante los meses de invierno contrasta con las suaves temperaturas que se registran durante los meses de verano. Esta circunstancia climatológica resultó cruciales a la hora de favorecer que muchas personas, sobre todo de Madrid, decidieran dar el paso de instalarse en Burgos durante los meses de  primavera y verano. Personajes procedentes de Madrid como Mariano Tomás de Liniers y Sarratea y Juan José Muguiro consideraron que Burgos resultaba una ciudad apropiada para pasar las temporadas estivales y decidieron adquirir varias propiedades. Así, Mariano Tomás de Liniers y Sarratea compró terrenos en las ‘Huertas de San Pedro’ y Juan José Muguiro adquirió el convento de San Francisco y la ‘Huerta de la Trinidad’.

Las familias Liniers y Muguiro, emparentadas entre sí, fueron el perfecto ejemplo de asentamiento en la capital burgalesa de la burguesía madrileña acomodada, a la que se agrega otra familia afín que es la de Don Juan Muguiro y Casi. La construcción entre 1879 y 1883 de las casas-palacio de las familias Liniers y Muguiro en el Paseo de la Isla marcó el comienzo de la utilización de los espacios verdes de la ciudad para la construcción futura de viviendas y hoteles. Santiago Liniers y Gallo-Alcántara, I conde de Liniers, sería el promotor de la  construcción del palacio de la familia Liniers en la calle Lavadores, en 1879. En cuanto a la familia Muguiro, fue Juan Muguiro y Casi quien levantó el Palacio de la Isla entre 1882 y 1883.

 

Palacio de la Isla. Acceso. (AMB., 18-342)

 

En 1881 Juan Muguiro y Casi concreta sus planes. Su primer paso para la edificación del palacio fue la compra de una finca en el Paseo de la Isla cuya propietaria era María Urbana Rojo Ortiz, viuda y natural de Burgos. Una vez firmados los documentos de compraventa, el apoderado de Juan Muguiro, Juan García Sierra, se dirigió el 10 de enero de 1882 al Ayuntamiento de Burgos para solicitar el correspondiente permiso de construcción.

 

Palacio de la Isla. Fachada Principal. (AMB., AD-609/5)

 

La respuesta municipal no se hizo esperar y unos días después, el 16 de enero, el pleno del Ayuntamiento de Burgos concede a Juan Muguiro y Casi la preceptiva autorización municipal para la edificación que planea construir en la huerta adquirida en el Paseo de la Isla. Ese mismo día comenzaría la alineación definitiva del trazado previsto. Desde esa fecha hasta el 6 de septiembre de 1883 –fecha en la que se presenta a aprobación del proyecto de cuadras, cocheras y cerramientos- se lleva a cabo la construcción del edificio. La edificación de los elementos exteriores -cocheras y cuadras- se retrasa algunos meses más. A principios del mes de diciembre de 1883, las obras del Palacio de la Isla habían concluido. En 1884 se reanudan las obras de cerramiento de muros cuadras y cocheras.