Fuente: «Historia del Palacio de la Isla de Burgos (1883-12010)» de Isaac Rilova Pérez

 

 

El 25 de noviembre de 1885, fallece el rey Alfonso XII. Su hijo, Alfonso XIII, nacido en Madrid, el 17 de mayo de 1886, era demasiado joven para gobernar, de manera que, entre 1885 y 1902, su madre ejerció la regencia, hasta que él cumplió la mayoría de edad (dieciséis años).

El 31 de mayo de 1906, se casó con la princesa británica Victoria Eugenia de Battenberg (1887–1969), hija del príncipe Enrique de Battenberg y la princesa Beatriz del Reino Unido. Trató de regenerar el país tras el desastre del 98, con la pérdida de las últimas colonias españolas (Cuba, Puerto Rico y Filipanas); y además tuvo que afrontar diversos problemas como las guerras de Marruecos, el movimiento obrero y el nacionalismo vasco y catalán.

Durante la I Guerra Mundial, España se mantuvo neutral favoreciendo la apertura de los mercados y el crecimiento económico, pero también provocando cierta agitación social, como la crisis de 1917 junto al nacionalismo catalán, el sindicalismo militar y las huelgas revolucionarias. El reajuste económico posterior a la Guerra Mundial, los fracasos militares en Marruecos, las revueltas sociales y los problemas regionales aumentaron las dificultades internas y la debilidad de los gobiernos.

Como solución, el militar Primo de Rivera dirigió, con el apoyo del rey, un golpe de Estado en 1923, instaurando una dictadura, que en un logró ciertas victorias: terminó con la guerra de Marruecos, se restableció el orden social y se produjo un desarrollo de las obras públicas.

Sin embargo, en 1930 el rey trató de restaurar el orden constitucional, pero los partidos republicanos, socialistas y el nacionalismo se unieron contra la Monarquía en las elecciones elecciones municipales del 12 de abril de 1931. Tales las elecciones desembocaron en la proclamación de la II República. El rey se vio obligado a exiliarse a Roma, donde vivió 10 años, y donde falleció el 28 de febrero de 1941.

La reina María Cristina con sus hijos en 1887.

El rey visitó diversas provincias españolas durante su reinado. Entre las provincias a las que viajó, destaca la visita a Burgos el 23 de septiembre de 1891, con motivo del terrible accidente ferroviario entre las estaciones de Burgos y Quintanilleja.

La magnitud de la tragedia fue tal que la reina regente, María Cristina, el rey, aun joven para reinar, Alfonso XIII y las infantas María de las Mercedes y María Teresa, acudieron a Burgos con objeto de asistir el 13 de octubre de 1891 a una misa de ‘Requiem’ en la catedral por las víctimas del accidente.

Previamente, el inspector jefe de los reales palacios, Conde de Sepúlveda, acompañado por las comisiones nombradas al efecto de preparar lo necesario para el alojamiento de sus Majestades y Altezas, visitaron determinados edificios públicos donde pudiera hospedarse la familia real, sin encontrar ninguno que resultara adecuado.

Por tanto, Santiago de Liniers y Juan Muguiro pusieron a disposición del conde de Sepúlveda, el Palacio de la Isla. Tras visitarlo con doña Francisca Muguiro, el conde quedó plenamente satisfecho y el Palacio fue elegido como residencia real durante su estancia en Burgos, mientras que la propia familia Muguiro se trasladaba al hotel de sus familiares los condes de Liniers. Tal estancia fue un inmenso honor para la familia Muguiro, y quedó plasmada en una lápida a la entrada del inmueble.