*Fuente: «Historia del Palacio de la Isla de Burgos (1883-12010)» de Isaac Rilova Pérez
El Palacio de la Isla: De la posguerra a la etapa democrática (1940-1975)
Transcurridos poco más de tres meses de la partida definitiva de Franco a Madrid, el 27 de abril de 1940 se dan los primeros pasos para el acondicionamiento de la residencia del general y se ordena que sean llevados muebles y efectos al Palacio de la Isla, habiendo de proporcionar el Ayuntamiento en contrapartida otra remesa de mobiliario a los domicilios de Francisca Muguiro y sus descendientes por tener que ceder los de su propiedad para amueblar aquella instalación.
Entre 1940 y 1960 transcurren dos décadas en las que el régimen franquista se caracteriza en líneas generales por una política definida por la represión, la autarquía y el inmovilismo. La reconstrucción del país, enormemente afectado en sus infraestructuras productivas por los desastres de la guerra, se tradujo en la práctica en unos primeros años de restricciones en los abastecimientos, de racionamiento de los alimentos básicos y de fomento del mercado negro o del estraperlo.
En los años posteriores Franco volvió con frecuencia a Burgos durante la época estival, coincidiendo en ocasiones con distintos acontecimientos e inauguraciones.
En 1941 Franco realizó la primera visita estival a Burgos. Autoridades y representantes de instituciones locales acudieron a recibirle al Palacio de la Isla, donde estaba formada una compañía del Regimiento de Infantería nº 22 con bandera, banda y música, encargada de rendirle los honores de ordenanza.
En 1943 regresó de nuevo al Palacio de la Isla el 4 de septiembre para asistir al Milenario de Castilla, efeméride que se celebró entre los días 5 y 12 de septiembre, acto que tendría como ‘reina’ a Carmencita, su hija. El secretario general del Movimiento y los ministros de Educación Nacional, Asuntos Exteriores, Trabajo, Justicia y Gobernación, se acercaron a la ciudad para asistir a esta conmemoración. También acudieron los obispos de Córdoba, Segovia y Vitoria, el nuncio de Su Santidad y los diez gobernadores civiles pertenecientes a las provincias de la Castilla histórica.
En 1945 volvió en su acostumbrada cita anual el 14 de marzo haciendo parada en su trayecto hasta San Sebastián. En esta ocasión no hubo inauguraciones ni homenajes. Franco se limitó a almorzar y continuó su viaje. A su regreso hacia Madrid, el 23 de septiembre haría noche en el Palacio de la Isla. Allí le rindieron honores militares y fue agasajado por autoridades y representaciones burgaleses.
En 1946 Franco regresó a Burgos el 30 de julio y pernoctó en el Palacio de la Isla. Durante este viaje, visitó la Barriada Yagüe, acudió a la Ciudad Deportiva Militar y clausuró la Exposición Misional. El 29 de septiembre acudió por segunda vez para presidir el ‘X aniversario de la exaltación de Franco a la Jefatura del Estado’.
En 1947 regresó a la capital burgalesa el 1 de septiembre para presidir el día siguiente un Consejo de Ministros que se celebró en el Palacio de la Isla. Durante esos días llegaron también los ministros que formaban parte del equipo gubernamental.
En 1948 Franco acudió de nuevo a Burgos. El 21 de agosto llegó al Palacio de la Isla y al día siguiente clausuró los ‘IV Juegos Nacionales’ del Frente de Juventudes celebrados en la Ciudad Deportiva Militar.
En 1949 llegó acompañado de su familia la noche del 28 de julio. Al día siguiente, presidió la bendición e inauguración de la Cellophane Española. La ceremonia, oficiada por el arzobispo de Burgos, reunió a los ministros de Industria y del Ejército. Desde aquí, la familia Franco prosiguió viaje hasta San Sebastián.
En 1950 Franco regresó de nuevo en verano. El 31 de julio protagonizó un acto de carácter religioso como fue la inauguración del Seminario de Misiones Extranjeras.
En 1951 Franco estuvo de vuelta. En la jornada del 4 de agosto visitó a primera hora de la mañana el Monasterio de Cardeña, el recinto de la Ciudad Deportiva Militar Juan Yagüe y también las barriadas Manuel Yllera y Juan Yagüe.
En 1952 Franco volvió a la provincia de Burgos. En esta ocasión, inauguró el 6 de agosto el pantano del Ebro.
En 1953 Franco acudió para inaugurar la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, el grupo escolar conmemorativo ‘Generalísimo Franco’ y visitar las Escuelas Técnico-Profesionales ‘Padre Aramburu’.
En 1954 regresó a la ciudad. El 27 de julio llegó acompañado de su esposa, Carmen Polo, y del ministro de Obras Públicas, Conde de Vallellano. Tras pernoctar en el Palacio de la Isla, Franco permaneció toda la mañana en su despacho. Carmen Polo recibió a sus nietos y acudió al Palacio de Castilfalé para expresar sus condolencias a la condesa, por la muerte de su hermana, la condesa de Montesclaros.
En 1955 regresó para presidir el 23 de julio la inauguración oficial del monumento al Cid Campeador y el conjunto monumental del puente de San Pablo.
En 1956 su visita a Burgos se celebró el 28 de julio. Acompañado de su esposa, su hija, la marquesa de Villaverde y de sus nietos, transcurre en familia el resto de la jornada. Al día siguiente, procedió a la inauguración del servicio telefónico en 28 pueblos de la provincia mediante una conexión especial y simultánea que la Compañía Telefónica había establecido con los centros y locutorios que se ponían en funcionamiento
En 1957 regresó para inaugurar las viviendas de los Vadillos, donde se había levantado un grupo de 318 viviendas de protección oficial.
En 1958 volvió el 25 de julio. Al día siguiente impuso al arzobispo Luciano Pérez Platero las insignias de la Gran Cruz de la Real y Distinguida Orden de Carlos III.
En 1959, el 30 de julio, llegó de nuevo a la ciudad acompañado de su familia. Después de oír misa en el Palacio de la Isla acude al parque de San Miguel para proceder a la inauguración del depósito y nuevo abastecimiento de aguas de la ciudad.
Desde 1960, con el Plan de Estabilización se comenzó una época de apertura política y cambios sociales que supone la liberalización de la economía, el fin de la autarquía y la reducción del intervencionismo del Estado. Son los años del plan de estabilización y del desarrollo económico a nivel nacional.
Entre 1960 y 1972, Franco aprovechó sus habituales visitas veraniegas a Burgos para llevar a cabo en la capital y en la provincia distintas actuaciones protocolarias, especialmente inauguraciones.
En 1960 Franco regresó a Burgos el 24 de julio. Durante su visita aprovechó para inaugurar varios bloques de viviendas en la Barriada Inmaculada y la residencia sanitaria General Yagüe.
En 1961 realizó dos visitas a la ciudad. El 21 de julio acudió con su familia al Palacio de la Isla. Una segunda visita más solemne se concretó el 1 de octubre, cuando se celebró en Burgos el XXV Aniversario de la proclamación de Franco en la Jefatura del Estado. Ese mismo viaje fue aprovechado para inaugurar en las cercanías de Ameyugo el ‘Monumento al Pastor’, del escultor Víctor de los Ríos. De regreso a la capital burgalesa recibió en audiencia en el Palacio de la Isla al Consejo del Reino. Al día siguiente, en la Catedral asistió a un solemne Te Deum y a una recepción en el salón del trono de Capitanía.
En agradecimiento a la ciudad, el 12 de octubre se publicó el decreto por el cual Burgos pasa a ostentar el título de ‘Capital de la Cruzada Nacional’. Dicho título fue solicitado por el alcalde, Honorato Martín Cobos, y concedido durante el Consejo de ministros que Franco presidió el 2 de octubre en el convento de las Salesas de Burgos.
En 1962 regresó el 16 de septiembre. Fue recibido por las autoridades burgalesas, pernoctando en el Palacio de la Isla y regresando a Madrid al día siguiente.
En 1963 acudió el 27 de julio al Palacio de la Isla. En esta ocasión, su visita obedeció a la inauguración del servicio telefónico a 247 pueblos de la provincia.
En 1964 su visita respondió a un objetivo político: conmemorar los XXV años de paz. El 27 de julio presidió en la Catedral un solemne Te Deum. El 30 de enero un decreto de la Presidencia del Gobierno confirmó la concesión a Burgos de un ‘Polo de Desarrollo Industrial’. Ese año, Franco será homenajeado durante su visita veraniega a la ciudad.
En 1965 llegó a Burgos en una breve visita el 18 de septiembre. Tras almorzar en el Palacio de la Isla regresó de vuelta a Madrid.
En 1966 regresó en una breve visita el 20 de septiembre, acompañado en esta ocasión por sus nietos.
En 1967 volvió, también el 20 de septiembre. Las autoridades burgalesas le recibieron en el Palacio de la Isla y regresó a Madrid unas horas después.
En 1968 se desplazó de nuevo a Burgos. El 4 de julio llegó acompañado de su esposa y seis ministros para proceder a la inauguración del ferrocarril directo Madrid-Burgos. Al día siguiente inició su agenda de inauguraciones en la nueva Escuela Profesional del Padre Aramburu. En su visita a la Escuela de Arquitectos Técnicos da por inaugurado el Polo de Desarrollo Industrial y visita las instalaciones de Firestone España. En la misma jornada visitó una exposición montada en el Palacio de los Condestables de Castilla (Casa del Cordón). El 24 de septiembre visitaría de nuevo Burgos durante unas horas.
En 1969, Franco regresó el 23 de septiembre. Llegó procedente de San Sebastián, haciendo en Burgos una escala en su recorrido hasta Madrid.
En 1970 realizó una visita esporádica al Palacio de la Isla. El 19 de septiembre compartió en la ciudad unas horas con las autoridades burgalesas.
En 1971, Franco y su esposa visitaron Burgos el 21 de septiembre. Durante esta visita se cerró el ciclo de inauguraciones con la puesta en marcha de la central ‘atómica’ de Santa María de Garoña.
En 1972 acudió por última vez a Burgos. El 21 de septiembre llegó al Palacio de la Isla, donde almorzó con el ministro de Gobernación y las autoridades burgalesas, prosiguiendo viaje a Madrid. Es la última vez que visitó Burgos y su residencia durante la Guerra Civil.