Nombrado embajador de Francia el 2 de marzo, el mariscal Philippe Pétain presentaba, el día 24, sus cartas credenciales al general Francisco Franco, jefe del Estado español, en el palacio de la Isla de Burgos, pues aún no había concluido oficialmente la Guerra Civil Española. En virtud del reconocimiento diplomático entre las dos naciones, Franco le pidió supervisar la devolución a Madrid de las reservas de oro del Banco de España y de los cuadro del Museo del Prado que el gobierno de la República había transferido para su custodia a Francia durante la guerra.