*Fuente: «Guerra civil y violencia política en Burgos (1936-1943)» de Isaac Rilova Pérez

 

Ejecuciones

Haciendo balance, 1936 fue el año de mayor incidencia de la represión en la capital y en la provincia burgalesa. Se tiene registro de 882 ingresados en prisión y 140 ejecutados, a los que habría que añadir los 21 maestros fusilados en los primeros meses de la sublevación. La cifra de ‘desaparecidos’, probablemente ejecutados, asciende a 386 personas durante ese año.

En el año 1937, denominado el ‘II Año Triunfal’ por los sublevados, continúa la actividad de la justicia sumaria contra los numerosos detenidos, aunque la cifra  de los ajusticiados asciende a 22 personas. En 1938, son 30 los ejecutados, principalmente provenientes de las provincias de Cantabria y Guipúzcoa. En 1939, son 82 las ejecuciones realizadas en los últimos meses del conflicto y en los primeros meses de la posguerra. Entre 1940 y 1941 fueron ajusticiadas siete personas.

 

Fallecimientos en prisión

A las cifras de ejecutados hay que añadir los fallecidos durante su estancia en prisión, por enfermedad u otras causas (excluyendo el fusilamiento), en el centro penitenciario de Burgos.

Entre 1936 y 1941 el número de fallecidos en prisión asciende vertiginosamente año tras año. Si en 1939, son seis los fallecidos, en los años posteriores esta cifra fue aumentando hasta alcanzar, en 1942, las 95 defunciones. Las causas aducidas eran variadas: embolia cerebral, enterocolitis, infarto de miocardio, congestión cerebral, angina de pecho, anemia, sarcoma pulmonar, bronconeumonía, tuberculosis, endocarditis…entre otras.

A partir del año 1943, el número desciende considerablemente hasta 28 decesos, como reflejo del remonte de la coyuntura económica española y, por lo tanto, de una mejor sanidad y de una alimentación más cuidada.

En siguiente cuadro es una aproximación de las víctimas de la guerra y la posguerra, puesto que debieron de ser muchas más.

 

Cuadro- Resumen